Imprima esta página

Por Transeúnte 

Me pregunto a qué le teme el gobernador Samuel García, cuando se le pregunta por las erogaciones que ha hecho en sus cuatro viajes al extranjero. En la entidad sabemos que el muchacho está sobrado de dinero y que él solo podría rentar un avión para ir y venir, con la comitiva que quisiera a cualquier punto del mundo. No creo que esté abusando del erario para ahorrarse 20, 30, 50 mil pesos, que los gana en un día.

Lo que creo que ocurre es el llamado el celo de poder. No lo hará cuando se lo ordenen, porque en su idea de mandamás, él está por encima de todos y no tiene que dar explicaciones. Fácilmente podría hacer una relación de gastos en cada uno de esos viajes, pero opta por no hacerlo, para establecer sus propios tiempos. Además, seguramente no quiere que los latosos reporteros se acostumbren a que les entreguen información cada vez que clamen por ella.

De cualquier manera, García Sepúlveda está enviando un mensaje equivocado. Está quedando como un gobernante opaco, que puede disponer de los recursos ilimitados que proporciona el erario para promover su imagen, como lo está haciendo en estos trayectos, que mezclan vacaciones pagadas en destinos glamorosos, y promoción de imagen.

Le haría mucho bien si entrega una relación de lo que se gastó en cada una de esas aventuras que ayudan a posicionarlo en el extranjero, como es su interés evidente.

La ciudadanía lo agradecerá.