La botella ‘Choose Water’, desarrollada por James Longcroft, tiene como objetivo reemplazar las botellas de plástico y ayudar a salvar los océanos del mundo de los residuos plásticos.

El forro exterior de la botella está hecho de papel reciclado donado por algunas empresas británicas, mientras que el forro interior impermeable está hecho con un material compuesto que Longcroft ha desarrollado.

De acuerdo con la empresa, todos los componentes de la botella pueden descomponerse por completo en un plazo de tres semanas de su primera utilización, sin importar si las botellas son disueltas en agua o terminan en un vertedero, e incluso pueden ser ingeridas por criaturas marinas.

Pero eso no es todo, Choose Water fue concebida como una marca de agua embotellada sin ánimo de lucro, que tiene como objetivo ofrecer sistemas de agua potable a regiones remotas de África. 

hora esta increíble iniciativa se suma la protección de los océanos. 

El inventor británico de tan sólo 27 años dijo al Evening Standard que la tapa de acero de la botella ‘Choose Water’ también se oxidará y podrá descomponerse por completo en aproximadamente un año y añadió que los componentes de su diseño tampoco dejan micropartículas tóxicas ni filtran metales pesados en el medio ambiente.

Mientras que las botellas de plástico que generalmente usamos demoran cerca de 500 años en desaparecer por completo.

James Longcroft, que vive en Escocia, todavía está a la esperando de obtener las patentes del producto; no obstante, ya comenzó un crowdfunding para la botella a principios de mayo de 2018. Su meta publicada en Indiegogo es obtener 34,000 dólares, de los cuales ha recaudado alrededor de 11,000 hasta el momento.

James  es el fundador de la compañía y graduado en Química; dejó de vender botellas de plástico para su embotelladora sin fines de lucro hace un par de años, al descubrir la huella que estas dejaban en el planeta.

Ahora espera ver las botellas ecológicas de ‘Choose Water’ disponibles en las tiendas antes de fin de año, y que puedan venderse alrededor de 1.2 dólares para que se conviertan en una alternativa viable al plástico, según ‘The Times’.

Actualmente hay al menos 50 millones de toneladas métricas de plástico en los océanos del mundo; si este inventor británico continúa teniendo éxito podría convertirse en uno de los agentes de cambio de la lucha que enfrenta nuestro planeta contra el consumo de plásticos de un sólo uso.

“El principal obstáculo al que nos enfrentamos es irrumpir en un mercado saturado y competir con una industria antigua y establecida. Cambiar una industria será una batalla cuesta arriba masiva, pero con el apoyo del público cambiaremos nuestra forma de ver el agua embotellada. Quiero ofrecer una alternativa al plástico. Incluso si nuestra botella es sólo la mitad del uno por ciento de todas las botellas que usamos, eso significa millones de botellas", puntualizó, James.