Por Transeúnte

Tengo el propósito de iniciar con entusiasmo el 2023, pero no sé si lo permitan los factores políticos y sociales que me rodean.

En Nuevo León los diputados locales del PRIAN están agarrados de la greña con el gobernador de MC Samuel García. Este desencuentro impide que se llegue al acuerdo de un nuevo presupuesto en la entidad, lo que nos hará perder a todos miles de millones de pesos que no se ejercerán o que se irán, directo, al pago de la deuda.

Hay un repunte de casos de Covid 19, al que se le juntan al problema de la influenza o la fiebre del mono. Y tengo que preocuparme porque se han dado casos de rabia en otros estados de la República Mexicana, como si las enfermedades que se creían erradicadas regresaran.

El problema de la sequía sigue. Hay en construcción un acueducto que traerá a la metrópoli agua de la Presa El Cuchillo, se supone que quedaría terminado para inicios del presente año, pero la empresa se ve complicada. En cualquier momento, una falta de lluvia permanente puede hacer que regrese el fantasma de los cortes de suministro.

La violencia avanza. Aunque Seguridad Pública del estado dice que capturan a capos importantes, se registran incrementos de homicidios y otros delitos comunes.

Los incrementos de los salarios son insustanciales y los precios de los productos básicos van avanzando hacia arriba.

No se ha resuelto el problema de la movilidad y no tiene para cuándo.

Lo mejor es armarse de mucha paciencia el año que viene porque las complicaciones de la vida continuarán.

Feliz 2023.